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-Llegamos-decía con su voz fría como hielo
-Mhp-le contesté indignada
Se abrió aquella puerta de color negra con rejas, otra vez fue corriendo hasta dónde estaba la puerta de color crema, tocó el timbre y entramos. La mansión por dentro era de estilo neoclásico y piso de madera.
-Por lo menos déjame bajar-dije enojada
-Que genio-contestó mientras me bajaba
Caminé a lado suya pero me tenía bien agarrada de la muñeca, supongo que era para que no escapara. Llegamos a una enorme puerta de madera de color obscuro, aquel muchacho tocó la puerta 3 veces y abrió una señorita de cabello corto de color café y sus ojos de color azul obscuro.
-Adelante, vaya al parecer tenemos invitada-dijo con un tono feliz
-Sí, la encontré en una casa y decidí traerla pare ver si es "apta"-contestó
-¿¡Cómo que apta!?-me queje
-Anda...camina, me quitas tiempo-contestó
Caminé a donde estaba una gran silla de cuero negro que veía hacia la ventana a lado de ella estaba una mujer blanca como la nieve, cabello pelirrojo y ojos grises.
-Mira amor, te dije que saldría de esa-le dijo aquella dama
-¿Será posible?-preguntó el hombre de voz grave
-Velo con tus propios ojos-respondió la señora
La silla de color negro se dio completamente la vuelta hasta donde yo estaba. Aquel hombre tenía el cabello del mismo color que yo, lucía un traje de color negro y corbata azul turquesa y sus ojos también eran grises.
-Te estábamos esperando-dijo con una gran sonrisa mientras se dirigía a mi.
Aquel señor venía hacia mi, agarró mi mano y la levantó suavemente. Su piel era suave, delicada y demasiado fría.
-¿Quienes son?, ¿Quién soy?, ¿Donde estoy?, ¿Que pasó?-pregunté
-Tú te llamas Andrea y eres una princesa, estás en nuestro pequeño hogar, ella es Miranda y yo soy Richard somos tus padres, lo que pasó es que la raza humana está combatiendo con unos "seres", pero nosotros somos esos seres y llegaste aquí viva-decía caminando de un lado a otro por aquella habitación tan fría
Cuando me dijo que eran mis padres sentí un gran alivio pero a la vez asustada.
-¿Tu que dices amor, la dejamos humana o que se haga una de nosotros?-preguntó Miranda
-La dejaremos "viva" de momento-respondió
-¿Que clase de padres eran ellos?-me pregunté en mi mente
-¡Gloria, ven acá!-decía Miranda
Una señora vestida de elegantes prendas, lucía como de unos 60 años, con su pelo canoso pero con gran porte, se dirigió hacia donde estaba Miranda.
-¿Si señorita?-preguntó amable
-Llévala a su habitación, por favor Gloria-contestó de igual manera
-Por aquí-me dijo con un movimiento de manos
Fui corriendo hacia ella y llegué hasta su lado, esta vez me llevó por un pasillo que no había visto antes.
-Me parece sorprendete que sigas viva-dijo feliz
No contesté
-Mira, si te sirve de algo se podría decir que estamos "muertos", pero seguimos con alma y sentimientos-continuó un poco triste
-¿A que se refiere con muertos?-pregunté en voz baja
-Pronto lo sabrás, mire llegamos princesa-respondió mientras me habría la puerta
Entramos a una hermosa habitación de color blanco con morado y una cama enorme combinada con la habitación, había una estantería, un escritorio y otra puerta que supongo que era el baño.
-Princesa, en unos momentos vendrá su acompañante-dijo finalmente mientras salía de la habitación
Cuándo se fue empecé a investigar aquella habitación, cuándo vi una gran ventana con balcón salí pero todo estaba muerto, ni flores, ni árboles, ni agua nada y eso hizo que me sintiese mal. Se escuchó unos golpes muy débiles en la puerta.
-¡Adelante!-decía
Se abrió la puerta con sumo cuidado y una figura salió de la obscuridad...
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