4. Rebeldes

Nota de la autora: Este capítulo será narrado por Drew

Veía como aquella casa se prendía y ella iba por Cloe, yo la traté de detener pero se alejó demasiado rápido, luego vi como lentamente se desplomaba aquella casa.

-Ahhhhh!-grité

En eso llegó David corriendo junto a Laura

-¿Tuviste de nuevo esa pesadilla?-preguntó Laura sentándose en aquella cama ya desgastada y maltratada

-Sí-respondí mientras se me quebraba la voz

-No es tu culpa, fue su decisión ir por ella, tú no pudiste hacer más-continuó David tratando de consolarme

-Pero...si la hubiese agarrado bien, no habría pasado nada y ella seguiría viva-dije culpándome

-Drew, tienes que aceptar que ella jamás volverá y eso aunque me duela decirlo tarde o temprano quedará en el pasado-dijo Laura tratando de aguantar las lágrimas

-Será mejor que vayamos a desayunar-continuó David

Los tres nos dirigimos a la "cafetería" todo el mundo estaba sentado comiendo tranquilamente, fuimos por una bandeja y a que nos sirvieran en esta, el lugar estaba totalmente sin cuidado ya que los recursos con los que vivíamos eran escasos, aquellas paredes grises con goteras, el suelo medio limpio pero aún así era mejor que no tener nada...

-¿Que hay de comer hoy Señora Aura?-pregunté a la mamá de Andrea

-Hoy es el "especial"-contestó con una sonrisa

-Iugh, es horrible tener que comer eso-se quejó Laura

-Pues es lo que hay, pero hacemos lo que podemos-continuó con su misma sonrisa

El especial era insectos con carne de res pero era en proporciones pequeñas, después de que se

sirviera aquella comida, fuimos a la misma de siempre dónde estaban Fernanda, Paula, Jhon y Arturo. David, Laura y yo nos sentamos con ellos, como siempre el silencio dominaba

-Todavía no entiendo porque eres el lider de la resistencia-decía Arturo indiferente

-Fue por votos-me defendí

-Pues vaya, a lo mejor si hubieses agarrado a Andrea la hubieses salvado-continuó burlón

-¡Ya verás!-le dije gritando tratando de alcanzarlo mientras los otros me agarraban

-No fue su culpa-dijo Fernanda

-Tal vez no, pero pudo evitarlo-dijo Arturo retirándose de la mesa

-Me las pagará-dije irritado

Seguimos comiendo, desde que Andrea murió Arturo cambió demasiado se volvió bastante frío, solitario e independiente.

-Saben, siempre he tenido la sensación de que Andrea sigue viva-dijo Paula en voz baja

-¡Entiéndelo, ella está muerta!-le grité

Inmediatamente vi que se le llenaron los ojos de lágrimas pero se las aguantó y se fue de la mesa

-¡No, espera!-le dije

Salió de la cafetería, todos los de esta se me quedaron viendo, los de mi mesa se fueron dejándome solo. Frustrado por aquello también salí de la cafetería, pasaron las horas todo el mundo hacía sus tareas, recoger fruta o comida, agua, herramientas, vigilando. A mi me tocaba vigilar desde un tejado de una casa ya que desde ahí se veía todo pasaban las horas y cuándo me di cuenta había llegado la noche con su manto de estrellas, eso me recordó a Andrea ya que cuándo pasaba por su casa la veía en su techo viendo las estrellas, esto era cada noche.

-Bonita noche-dijo Paula a lado mía

-Sí, lo es-contesté sin dejar de mirar al cielo

-A ella le hubiera gustado ver estas estrellas...-dijo con cierta nostalgia

-Y que lo digas...por cierto perdón por haberte gritado antes-dije un poco triste

-Sí, no te preocupes es normal todos aquí la extrañamos-continuó uniéndose a ver las estrellas.

Los dos nos quedamos viendo las estrellas con un silencio enorme, los pocos grillos que quedaban tocaban una hermosa melodía. Todo estaba muy tranquilo hasta que...

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