5.Un amigo

Nota de la autora: Voy a hacer como en mi primera novela, en este caso un capítulo Drew y uno Andrea así que ha disfrutar =D

Aquella sombra pasó a la luz que entraba por la ventana, un chico que al parecer tenía 16 años, su cabello era negro y lacio, sus ojos de color grises, blanco como el marfil y vestía como un chico cualquiera de su edad.

-Hola, me llamo Alejandro y soy tu "guardián"-dijo un poco serio

-Hola, mi nombre es Andrea, ¿Y por qué guardián?-pregunté

-Vaya es cierto que haces demasiadas preguntas pero bueno, soy tu guardián porque te tengo que proteger de los rebeldes-contestó con el mismo tono

-¿Los rebeldes?-pregunté una vez más

-Son un grupo que están en nuestra contra y nos quieren eliminar-respondió

-Pues deben de ser muy malos-dije con cierta tristeza

-Pero aparte de protegerte te acompañaré para que no te sientas "Sola"-continuó

-Mmm...bueno pero deberías de cambiar tu carácter-dije un poco enojada

-No puedo debo de ser así, no tengo permiso para ser como en realidad soy-respondió

-Pues, como princesa te digo que puedes ser tú mismo-dije con una sonrisa

-Gracias-sonrió

Luego salimos de la habitación y recorrimos todo la gran casa, me enseñaba puerta por puerta y empezaba a ser el mismo con una actitud diferente más cálida y alegre

-Oye-dije parando de repente

-¿Sí?-preguntó curioso

-En vez de guardián ¿te puedo decir caballero? pues aprovechando que soy una "princesa"-dije un poco avergonzada

-Claro-contestó con una sonrisa

Seguimos caminando y caminando, salimos de la casa y todo el patio estaba seco y sin vida

-Todo esto es muy triste-dije con la cabeza hacia abajo

-¿Por qué?-preguntó Alejandro

-Porque no hay rosas, árboles, pasto y agua-respondí

-Viéndolo así tienes razón-dijo

-Oye, ¿por qué estas aquí?-pregunté

-Am...por cosas-respondió rapidamente

-¿Y tú?-preguntó tratando de cambiar el tema

-Y-yo no recuerdo...-contesté triste

-Eso es malo-dijo

-Sí..-contesté

Los dos nos quedamos viendo a la nada, de igual manera sale un hombre corriendo por la puerta principal y corrió hacia nosotros

-Por favor, métanse a la casa ya que se infiltró un rebelde-dijo con cierto cansancio

-Sí-asentimos

Yo fui a la casa y Alejandro se quedó con aquel hombre, como sabía leer los labios paré "esperándolo" y pude ver que aquel hombre le decía que ya sabía que hacer. Mi caballero llegó conmigo nuevamente y nos metimos a la casa corriendo. Cuándo entramos todos estaban alertas a lo que pasaba y lograr a ver aquel rebelde...

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